Tipos de lobos: ¿los conoces todos?

Hay criaturas que arrastran todo un legado de leyendas sobre su ferocidad. Como el lobo, uno de los cánidos más alucinantes del reino animal, que continúa siendo el más extendido en la Tierra. Si te apasiona este mamífero y su aullido en medio de la noche, seguro que sientes curiosidad por descubrir los tipos de lobos que hay en la Tierra. Algunos puede que te suenen bastante y otros menos, o nada. ¡Te los presentamos!

Realmente, ¿cuántos tipos de lobos hay? Pues ni uno, ni dos, ni tres

Todos los tipos de lobos (o la mayoría) tienen algo en común y es su relación conflictiva con el hombre a lo largo de la historia. Aunque raras veces atacan al ser humano; sin embargo, siempre se les ha considerado uno de los enemigos naturales más temibles del planeta. Y con razón, pues son mamíferos superdepredadores que ocupan en su hábitat el lugar más elevado de la pirámide alimenticia. Es decir, sin competencia externa para regular su población.

Para cualquier enamorado del mundo animal es una pasada adentrarse en la historia de especies como estas, conocer su anatomía y comportamiento, principales patologías… ¿Piensas lo mismo que yo porque cada vez te gusta más la veterinaria? Podrías plantearte hacer un Curso de Asistente y Auxiliar Técnico Veterinario. Mejor imposible para iniciarte en un sector que tiene muchísimo de vocacional.

Pero volvamos a lo nuestro, que es hablar sobre los tipos de lobos, sus especies y subespecies. Por desgracia, muchos han sido atrapados, disparados y envenenados a lo largo de los años por su naturaleza cazadora, causando grandes pérdidas en rebaños de ganado. Y esta es una de las razones por la que este mamífero de la familia de los cánidos (Canis lupus) ya no habite como lo hacía antiguamente en gran parte del planeta.

Blancos, rojos, grises o pardos: un chollo para la mitología

¿De cuántos tipos de lobos se puede hablar y cuándo aparecieron? Presentes en la Tierra desde hace unos 800.000 años, es curioso comprobar que no han simbolizado lo mismo entre las culturas y sus tradiciones más asentadas. Desde la Edad Media, algunas religiones los han considerado criaturas de las tinieblas, a veces asociados al mismísimo demonio. En cambio, otras siempre han visto en ellos un símbolo de sociabilidad, inteligencia y eficacia.

Algunas religiones han considerado a los lobos criaturas de las tinieblas, asociados al demonio. Otras un símbolo de sociabilidad, inteligencia y eficacia.

Si nos vamos a la cultura oriental, los idiogramas chinos que representan a este animal significan (literalmente traducidos) perro distinguido. Y para los indios americanos, desde tiempos ancestrales ha sido un venerado competidor al que respetar y admirar. La cinta «Bailando con lobos», dirigida y protagonizada por Kevin Costner en 1990 lo dice todo sobre esta relación tan especial.

Volviendo a la pregunta inicial, hay que decir que se clasifican en cuatro grupos asentados en grandes extensiones del planeta. Los lobos blancos lo hacen en la región ártica de Europa y Alaska mientras que los lobos pardos habitan Eurasia y la Península Ibérica. Y sigo; las zonas predesérticas de Eurasia son las preferidas de los cánidos rojos y el lobo gris es el rey de Alaska. En cuanto a especies, la cifra no es muy alta, seis, pero dentro de ellas descubrimos 32 subespecies. No está mal.

Atención a los más raritos del grupo

Y ahora sí, aquí van algunos de los tipos de lobos más asombrosos para un enamorado como tú de estas criaturas alucinantes. Seguro que no conoces a la mayoría. ¿Listo?:

Lobo árabe: el llanero solitario de las dunas

Esta subespecie del lobo gris (Canis lupus arabs) merece estar aquí porque no se comporta como la mayoría de sus “colegas”. Él ni vive en manada ni aúlla, más bien es un solitario que se camufla de cine entre las rocas y la arena del desierto por su pelaje de tonos sepia y castaño. Habita en la Península de Sinaí y algunos países de Oriento Medio y tampoco pasa desapercibido su reducido tamaño y peso; apenas 20 kilos. ¿Alimentos favoritos? La carroña.

Lobo de Baffin: un isleño sin remedio

Atención a esta especie extraña (Canis lupus manningi) natural de la isla de Canadá de idéntico nombre. Quizá llegó un buen día del norte de Groenlandia y hay muchas posibilidades de que se trate del más pequeño de los lobos árticos, de ahí su similitud en pelaje y tamaño. Se alimenta sobre todo de zorros y liebre y no le gusta moverse en manada como a la mayoría de los de su especie.

Dingo: un amigo del hombre australiano

Es probable que tampoco te suene demasiado esta variedad (Canis lupus dingo). Su hábitat natural no es ni Europa ni América, sino el continente australiano. Su tamaño pequeño (no supera los 30 kilos) y su pelaje uniforme entre rojizo y amarillo ayudan a pensar que es un perro. De hecho, en Australia llevan años adoptándolo como mascota, aunque en 2004 la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza la catalogó de especie vulnerable.

Lobo de Yukón: el grandote de la familia

Te presento al lobo negro de Alaska (Canis lupus pambasileus) bautizado exactamente igual que la provincia donde se extiende. Dentro de los suyos es una de las criaturas más grandes; puede llegar a pesar 70 kilos y eso es decir mucho. Su pelaje combina tonalidades muy características, como son el gris, el blanco, el beige y el negro, y le gusta desplazarse en manadas de grupos reducidos.

Lobo Negro: una jugarreta de la mutación genética

No puedo evitar incluirlo porque su color negro es solo una mutación del pelaje del lobo gris (Canis lupus). Es bastante común verlo en América del Norte y el gen causante se llama CPD103; según la variante de gen que tenga el animal, será de un color u otro. Al parecer, según recientes investigaciones, este mismo gen puede ser de gran ayuda en la protección de ciertas patologías respiratorias, como el virus del moquillo canino.

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