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Los animales que mudan la piel: ¡Conócelos aquí!

24 agosto 2021
Los animales que mudan la piel: ¡Conócelos aquí!

Si eres de esas personas a las que les apasionan los reptiles y tienes una serpiente en casa, estarás acostumbrando a ver el proceso de cambio de piel que realizan una vez cada dos o tres meses. Pero las serpientes no son los únicos animales que mudan la piel. Todos los reptiles y crustáceos tienen que pasar por este proceso, imprescindible en su crecimiento y en el que emplean una gran cantidad de energía.

 

¿Cuáles son los animales que mudan la piel a largo de su crecimiento?

El cambio de piel de los reptiles y crustáceos es un fenómeno conocido científicamente como ecdisis y consiste en desprenderse de la capa de escamas o del exoesqueleto que envuelve al animal cuando este llega al final de su vida útil. Esta capa no suele ser elástica, por lo que necesitan crear una nueva para poder seguir creciendo.

A continuación, te detallamos cuáles son los animales que mudan la piel a lo largo de su crecimiento, desde que son unas crías hasta la plena etapa adulta.

 

Las serpientes son los animales que mudan la piel más famosos

Si las serpientes son los animales que mudan la piel más famosos de todos no es ninguna casualidad. Se trata de los únicos que lo hacen de una sola vez, en cuestión de minutos.

Al ser bastante rígida y dura, esta capa se llega a quedar pequeña cuando una serpiente crece de tamaño, como si fuera una especie de funda. Esta funda le impide continuar con su desarrollo físico, por lo que llega un momento en que la tienen que dejar atrás y estrenar una nueva y reluciente. Este fenómeno gasta mucha energía, por lo que requiere una preparación previa por parte del animal.

Las serpientes son los únicos animales que mudan la piel en cuestión de minutos

Dependiendo de la especie concreta de serpiente, la frecuencia de este cambio puede ser de unos meses o incluso de días, aunque el fenómeno se puede ver alterado por enfermedades o por vivir en un ambiente que no es el adecuado. Unos días antes de la muda, dejan de comer y se vuelven bastante apáticas, por lo que es fácil identificar cuándo esto está sucediendo.

El cambio lo realizan en cuestión de minutos, frotándose contra alguna superficie rugosa y ayudándose de la fricción para salir de esa funda. Una vez fuera, la piel vieja mantiene la forma y color que tenía previamente el animal y se pasa a denominársele exuvia.

 

Resto de reptiles: Un proceso mucho más largo

Además de las serpientes, el resto de los reptiles también mudan la piel, aunque este cambio no resulta tan “traumático”. En su caso, no la mudan por completo, dejando la funda atrás, sino que puede ser un proceso mucho más largo y gradual.

En el caso de las tortugas terrestres, por ejemplo, las escamas nuevas del caparazón crecen por debajo de las viejas y estas permanecen adheridas a lo largo de mucho tiempo hasta que, poco a poco, las viejas se van despegando y cayendo.

En el caso de los demás reptiles, la muda de la piel es un proceso mucho más largo y gradual

Por su parte, los lagartos también son animales que mudan la piel, aunque la realizan por partes. No cambian su funda de una vez, como las serpientes, sino que van desprendiendo esa fina capa de escamas por zonas. Durante este proceso, es importante saber que el animal necesita permanecer bien húmedo para que no surjan problemas alrededor de los dedos o en la cola, que pueden complicarse y provocar una infección de la zona. Hay multitud de maneras de mantener al reptil mojado si lo tienes en un terrario, como esponjas o humidificadores.

 

Los crustáceos y el abandono del exoesqueleto

En el caso de los crustáceos, si bien también son animales que mudan la piel, en su caso de lo que se desprenden es del exoesqueleto. Aunque requiere de una preparación previa, la muda sucede de una sola vez, al igual que en las serpientes.

Los crustáceos jóvenes son los que más necesitan cambiar de “piel” debido a que su cuerpo se encuentra en pleno desarrollo y crecimiento. Una vez llegan a la edad adulta, la muda de exoesqueleto es mucho más esporádica, teniendo que realizarla tan solo en casos de enfermedad, heridas o por el natural desgaste.

La muda del exoesqueleto en un crustáceo adulto es mucho más esporádica que en uno aún en crecimiento

El proceso consiste en ir desprendiendo poco a poco el cuerpo del exoesqueleto. Al necesitar de mucha energía, solo lo realizan cuando están bien alimentados y listos para pasar por ese cambio de tamaño o “estirón”. Cuando ya están fuera, el nuevo exoesqueleto aún estará blando y tarda unos dos días en endurecerse de nuevo. En un crustáceo esto supone estar vulnerable ante los posibles depredadores durante bastante tiempo y es por esto por lo que suelen mantenerse escondidos en grietas y entre las rocas del fondo marino.

 

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