Las desventajas del adiestramiento canino tradicional

¿Has oído hablar del adiestramiento canino tradicional pero no tienes muy claro cómo es? En este artículo vamos a repasar las nociones básicas de este método de entrenamiento de perros y sus ventajas y desventajas principales.

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El adiestramiento canino tradicional es una metodología controvertida que poco a poco se va cambiando por otros sistemas mucho más éticos y eficaces.

¿Cómo es el adiestramiento canino tradicional?

El adiestramiento canino tradicional es un método de entrenamiento de perros que se basa en el refuerzo negativo y los castigos como únicos estímulos para conseguir que el animal obedezca a las órdenes que se le dan.

El enfoque de este sistema consiste en enseñar al perro a no realizar bajo ningún concepto aquellos comportamientos no deseados. Para conseguir esto, se suelen emplear herramientas de castigo como el collar de pinchos, el collar de ahorque, el collar antiladridos, etc.

Es decir, en el entrenamiento tradicional se utilizan métodos coercitivos o inhibitorios de enseñanza. Esto no significa necesariamente que se tenga que recurrir al castigo físico, ya que el refuerzo negativo también puede ejercerse mediante gritos o sustos, por ejemplo. No obstante, como veremos más adelante, todos estos métodos basados en el miedo tienen muchos inconvenientes.

Las fases del adiestramiento tradicional

El entrenamiento basado en metodologías de refuerzo negativo consta de las siguientes fases:

• Se detecta una conducta no deseada en el perro. El animal emite alguna conducta que el entrenador quiere evitar, por ejemplo, una mala ejecución en un deporte canino. El adiestrador identifica la conducta y planea el enfoque del entrenamiento a seguir.
• Se recurre al refuerzo negativo. El entrenador desarrolla actividades de adiestramiento en las que se recurre al refuerzo negativo (gritos, collar de púas, etc.). El animal asocia una emoción negativa a la conducta.
• Se consigue la evitación o escape en el animal. El perro trata de eliminar la conducta en cuestión para evitar la consecuencia negativa. El castigo desaparece si el animal consigue realizar la tarea de manera adecuada.

El origen del entrenamiento tradicional de perros

El origen del adiestramiento canino tradicional se remonta a la época de la Primera Guerra Mundial, cuando se entrenaba a perros para ser utilizados en el campo de batalla. Tras la Segunda Guerra Mundial, esta metodología se fue extendiendo al entorno civil, convirtiéndose en el sistema más usado para entrenar a los perros.

Se considera que el creador de este método es el coronel Konrad Most, pionero del adiestramiento canino profesional. No obstante, fue William R. Koehler quien lo puso de moda con su libro The Koehler Method of Dog Training (El método Koehler de adiestramiento canino), publicado en 1974.

En la actualidad, la eficacia de otros sistemas de adiestramiento está consiguiendo que se dejen de lado técnicas abusivas de esta metodología basada en el castigo y el miedo.

Ventajas del entrenamiento canino tradicional

Los defensores de este método dicen que sus ventajas son muchas. Algunas de esas supuestas virtudes serían las siguientes:

• Que es un sistema efectivo y rápido.
• Que permite tener un gran control sobre el animal.
• Que se consigue una obediencia alta.
• Que permite modificar rápidamente y de forma eficaz conductas no deseadas.

La efectividad de este método es relativa si tenemos en cuenta que el animal puede desarrollar conductas agresivas derivadas del miedo al castigo. La obediencia que nace de los refuerzos negativos, además, tienen efectos secundarios sobre la salud física y emocional del animal. Por eso, en realidad en este caso no se puede hablar de ventajas reales.

Desventajas del Adiestramiento Canino tradicional

Los inconvenientes de esta metodología tradicional pesan mucho más que sus virtudes. Las desventajas del adiestramiento canino tradicional son las siguientes:

• Los métodos y las herramientas utilizados en este sistema son violentos y crueles.
• No se puede aplicar con perros que tengan una salud delicada o problemas psicológicos.
• Desequilibra la relación con el animal y debilita el vínculo que nos une a él. Así, la comunicación se ve afectada y el perro solo responderá por miedo y no por agradar al entrenador o por pasárselo bien.
• Es fácil provocar al perro daños físicos graves con ciertas herramientas de este método, como el collar de pinchos, por ejemplo.
• Además de atentar contra su salud física, también provoca trastornos psicológicos como la ansiedad, la depresión o fobias.
• El aprendizaje que no se basa en la motivación es efímero, puede durar poco si no se refuerza.
• Este método no fomenta las ganas de seguir aprendiendo.
• Una mala manipulación puede desencadenar un episodio de agresividad en el perro.

En definitiva, entrenar a gritos a un perro no solo es poco efectivo, sino que, además, provoca que el animal sufra problemas graves de salud. Por otro lado, el aprendizaje basado en el miedo deteriora la confianza del perro y su afecto por el guía.

Los métodos de este sistema tradicional pueden empeorar la situación desencadenando conductas no deseadas, como, por ejemplo, compulsiones o agresividad.

¿Se debe entrenar a un perro con el método tradicional?

El sistema más recomendable para entrenar a los perros es el adiestramiento en positivo. El método tradicional es abusivo y contraproducente, además de representar una falta de respeto hacia el perro.

Si queremos mantener la motivación del animal y fomentar sus capacidades y sus ganas de aprender, deberemos animarle y hacer que se sienta cómodo en las sesiones de entrenamiento.

Aunque no se recurra a la violencia directa o a collares de púas o de ahorque, el simple hecho de utilizar el refuerzo negativo (gritos, tirones, etc.) tiene un efecto devastador en el estado de ánimo del animal. Es estrés puede causarle problemas físicos graves, pero también podría desencadenar una depresión o conductas disruptivas.

Por eso, basar el entrenamiento en el refuerzo positivo sigue siendo un sistema mucho mejor para la salud del perro y para fortalecer nuestro vínculo con él. En el adiestramiento en positivo se puede recurrir a snacks, a juguetes o a caricias y palabras de ánimo.

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